Otra semana que acaba y un nuevo reto cumplido pese a pasar día y medio en cama con fiebre, todo el finde con el estómago que va y viene y los «deberes» acumulados de mi curso del MIT…
El jueves por la noche, justo a tiempo, terminé de pintar la miniatura de Altair el Asesino.
Para la capa usé un pincel seco de azul francés y blanco sobre la capa de imprimación negra y después 3 o 4 lavados de azul medianoche muy, muy diluido para darle ese tono azulado y trasparentar al mismo tiempo las luces previas.
El resto fue carne base con un lavado carne (que me tocó retirar en primera instancia porque se estaban quedando como «pegotes», algo muy raro).
A ratos fue imprimando en blanco casi todo mi equipo de orcos de Blood Bowl. Digo casi todo, pues el sábado mirando las miniaturas vi cuatro de ellas que no traían rodilleras, así que me dio el venazo y me puse a hacerles unas con masilla verde.
Con el resto de miniaturas imprimadas, esta mañana aproveché el parón de 45 minutos ocasionado por la bandera roja en la Formula 1 para ir dándole una capa de rojo verbellón usando el aerógrafo a las piezas de las armaduras. Todavía no me había puesto en serio más que para dar imprimaciones con él, pero me he dado cuenta de que se ahorra una cantidad de tiempo brutal, además de dejar un acabado mucho más uniforme que a pincel.
Para esta semana que entra me planteo de reto seguir pintando los orcos, a ver si puedo darles un empujoncito significativo, además de seguir trabajando en otro proyecto (esta vez de rol, no miniaturas) que estoy esbozando y del que pronto os hablaré.
Saludos.